Como se tenía previsto en el proyecto con el objetivo de disminuir el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida y salud a partir de la mejora en la alimentación de las familias, en la Parroquia La Esperanza con un grupo de once familias se implementó huertos caseros orgánicos que están relacionados con las necesidades y preferencias de los comuneros.
El contexto y la realidad de la comunidad se ha modificado para bien, ahora cuentan con una fuente de vegetales, hortalizas, plantas medicinales y frutales garantizadas de ser orgánicas y saludables, contribuyendo a la seguridad y soberanía alimentaria de manera directa en todos los beneficiarios del proyecto, también ahora se encuentran capacitados en distintas técnicas innovadoras agrícolas.
El proyecto ha cambiado los equilibrios locales en el sentido de una mayor cooperación y trabajo en equipo entre los comuneros que se vieron beneficiados con el proyecto fortaleciendo la organización entre ellos y favoreciendo la cohesión social de la comunidad.
La dinámica de siembra en los huertos cambio con las nuevas técnicas aprendidas en todos los talleres recibidos y al ser orgánicos al 100% implica que el cuidado en el periodo de siembra y crecimiento de las plantas debe ser minucioso y prolijo para obtener buenos resultados, el riesgo es que los beneficiarios utilicen fertilizantes o productos químicos en los huertos.